Urgente... Es una palabra con la que
vivimos día a día en nuestra agitada vida y a la cual le hemos perdido ya
todo significado de premura y prioridad.
Urgente...
Es la manera mas pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que nos
vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron urgentes.
Urgente...
Es que hagas un alto en tu ajetreada vida y por un instante te veas y te
preguntes: ¿qué significado tiene todo esto que hago?
Urgente...
Es que te detengas y veas... cuan grande eres!
Urgente...
Es que cuando camines por la calle, levantes la vista, voltees y mires a tu
alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves...¡a la gente!
Urgente...
Es que seamos más humanos... más hermanos!
Urgente...
Es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.
Urgente...
Es que una mañana, te levantes temprano y veas salir el sol, siente su calor
y dale gracias a Dios por tan grande regalo.
Urgente...
Es que te sientas vivo en cuerpo y alma!... que veas tus brazos, tus piernas,
tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad, ¡ vibres con la vida que te ha
regalado el Padre celestial !
Urgente...
Es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo; y
sientas como el aire llena tus pulmones... estas vivo!
Urgente...
Es que le digas a la gente que la quieres, cuanto la amas hoy, no esperes
hasta mañana.
Urgente...
Es que no se te vaya la vida en un soplo y que cuando mires atrás, seas ya un
anciano, que no puede echar el tiempo atrás, que todo lo hizo.
Eclesiastes 3
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo
de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de
destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír;
tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y
tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de
abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y
tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de
callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer;
tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de
aquello en que se afana?
Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que
se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en
el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha
hecho Dios desde el principio hasta el fin.
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