Por: Comunidad Latina
Porque
te confundes y te agitas ante las situaciones de la vida?
Déjame
al cuidado de tus cosas y todo te ira mejor, cuando te abandones a mí, todo se resolverá
con tranquilidad según mis designios.
No te
desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el
cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma; señor yo
confió en ti.
Evita
las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que puede suceder después,
no estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar
con libertad.
Abandónate
confiadamente en mí, reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente,
“Señor yo confió en ti”.
Lo que más
daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y querer resolver las cosas
a tu manera.
Cuando me
dices “Señor yo confió en ti” no sea como el paciente que pide al médico que lo
cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos. No
tengas miedo… Yo te amo.
Si crees
que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración sigue confiando. Cierra
los ojos del alma y confía, Continua diciéndome a toda hora “Señor, yo confió
en ti”.
Necesito
las manos libres para poder obrar, no me ates a tus preocupaciones inútiles,
las fuerzas del mal quieren solo eso; agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía
solo en mí. Yo hago los milagros en la proporción del abandono y la confianza
que tienes en mí. Así que no te preocupes deja en mi todas tus angustias y
duerme tranquilo.
Dime
siempre “Señor, yo confió en ti” y veras grandes milagros.
Te
lo prometo por mi amor.
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