Dolor es para su padre el hijo necio
1 Mejor
es el pobre que camina en integridad, Que el de perversos labios y fatuo.
2 El
alma sin ciencia no es buena, Y aquel que se apresura con los pies, peca.
3 La
insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su
corazón.
4 Las
riquezas traen muchos amigos; Mas el pobre es apartado de su amigo.
5 El
testigo falso no quedará sin castigo, Y el que habla mentiras no escapará.
6 Muchos
buscan el favor del generoso, Y cada uno es amigo del hombre que da.
7 Todos
los hermanos del pobre le aborrecen; ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará
la palabra, y no la hallará.
8 El
que posee entendimiento ama su alma; El que guarda la inteligencia hallará el
bien.
9 El
testigo falso no quedará sin castigo, Y el que habla mentiras perecerá.
10 No
conviene al necio el deleite; ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los
príncipes!
11 La
cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
12 Como
rugido de cachorro de león es la ira del rey, Y su favor como el rocío sobre la
hierba.
13 Dolor
es para su padre el hijo necio, Y gotera continúa las contiendas de la mujer.
14 La
casa y las riquezas son herencia de los padres; Mas de Jehová la mujer
prudente.
15 La
pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre.
16 El
que guarda el mandamiento guarda su alma; Mas el que menosprecia sus caminos
morirá.
17 A
Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a
pagar.
18 Castiga
a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para
destruirlo.
19 El
de grande ira llevará la pena; Y si usa de violencias, añadirá nuevos males.
20 Escucha
el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.
21 Muchos
pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová
permanecerá.
22 Contentamiento
es a los hombres hacer misericordia; Pero mejor es el pobre que el mentiroso.
23 El
temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre; No
será visitado de mal.
24
El perezoso mete su mano en el plato, Y ni aun a su boca la llevará.
25 Hiere
al escarnecedor, y el simple se hará avisado; Y corrigiendo al entendido,
entenderá ciencia.
26 El
que roba a su padre y ahuyenta a su madre, Es hijo que causa vergüenza y
acarrea oprobio.
27 Cesa,
hijo mío, de oír las enseñanzas Que te hacen divagar de las razones de
sabiduría.
28 El
testigo perverso se burlará del juicio, Y la boca de los impíos encubrirá la
iniquidad.
29
Preparados están juicios para los escarnecedores, Y azotes para las espaldas de
los necios.
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