Por: Comunidad Latina “Geyser”
El más Fuerte
Un día
la piedra dijo: “Soy la más fuerte” Oyendo eso el hierro dijo: “Soy más fuerte
que tu” ¿Quieres verlo? Entonces, los dos lucharon hasta que la piedra se convirtió
en polvo.
El
hierro, dijo a su vez: “Yo soy fuerte” oyendo eso el fuego dijo: “yo soy más
fuerte que tu” ¿quieres verlo?, entonces los dos lucharon hasta que el hierro
se derritió.
El
fuego, dijo a su vez: “Yo soy fuerte” oyendo eso, el agua dijo: “Yo soy más
fuerte que tu” ¿quieres verlo? Entonces, los dos lucharon hasta que el fuego se
apago.
El agua,
dijo a su vez: “Yo soy fuerte” oyendo eso, la nube dijo: “Yo soy más fuerte que
tu” ¿quieres verlo? Entonces, los dos lucharon hasta que la nube vio evaporar
el agua.
La nube,
dijo a su vez: “Yo soy fuerte” oyendo eso, el viento dijo: “Yo soy más fuerte
que tu” ¿quieres verlo? Entonces, los dos lucharon hasta que el viento soplo la
nube y ella se esfumo.
El
viento, dijo a su vez: “Yo soy fuerte” oyendo eso, los montes dijeron: “Somos más
fuertes que tu” ¿quieres verlo? Entonces los dos lucharon hasta que el viento
quedo preso entre el circulo de montes.
Los
montes, a su vez dijeron: “Somos fuertes” oyendo eso, el hombre dijo: “Yo soy más
fuerte que ustedes” ¿quieren verlo? Entonces, el hombre, dotado de gran
inteligencia, perforo los montes, impidiendo que atajasen al viento.
Acabando
con el poder de los montes, el hombre dijo: “Yo soy la criatura más fuerte que
existe” hasta que vino la muerte, y el hombre que se creía inteligente y lo
suficientemente fuerte, con apenas un golpe, se terminó.
La muerte
todavía festejaba, cuando, sin que esperase, vino un hombre y, en apenas tres días
de muerto, resucito, venciendo a la muerte y todo poder le fue dado en el
cielo, en la tierra y debajo de la tierra.
Venciendo
la muerte, Él nos dio el derecho a la vida eterna, a través de su sangre, que
libera del pecado, cura las enfermedades y salva el alma del tormento eterno.
ESE
HOMBRE ES JESUS, EL HIJO DE DIOS.
“Yo soy
la resurrección y la vida. Aquel que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo
aquel que vive y cree en mi, jamás morirá.” (Jn. 11:25-26)
¡Dios los bendiga!!